Todo gran invento tiene siempre un precedente, un prototipo, un arquetipo que sirve de modelo para terminar desarrollando un verdadero proyecto. Y la grapadora es uno de estos inventos que han ido mejorándose con el paso de los años y que se han ido adaptando a las necesidades de los usuarios.
Los orígenes de la grapadora se remontan al siglo XVIII, durante el reinado de Luis XVII, donde utilizaban grapas con la insignia de la corte real inscrita para unir documentos. Esa grapadora estaba hecha a mano y más bien cumplía una función de marcar las hojas de papel con la imagen de la corte gala a modo de sello.
También hubo otro intento a mediados del siglo XIX, y se trató de una grapadora que más bien era una perforadora. Su mecanismo consistía en hacer perforaciones en las hojas para después pasar una cuerda por todas ellas y unirlas. Era un método más rudimentario pero que sentó un precedente para el desarrollo de la verdadera grapadora.
A partir de ahí, la evolución de la grapadora ha sido paulatina pero constante. Poco a poco se han ido añadiendo mejoras y perfeccionándose el mecanismo de grapado. La evolución de las grapadoras a lo largo de los últimos años ha sido la siguiente.
1866
Nacimiento de la Noveltlirtsen, la primera grapadora patentada. Grapadora aún simple, pero más enfocada a grapar cajas, muebles, alfombras… además de documentos y libros.
En este año Joan Barbour también consiguió la patenta de la grapadora precursora de las modernas, una pequeña grapadora de latón, con espacio para almacenar una sola grapa.
1879
La compañía McGill creó una grapadora que ya era capaz de doblar los extremos de la grapa de forma automática, para que ya no existiese la necesidad de hacerlo manualmente.
1895
La empresa Hotchkiss introdujo en este año la gran mejora de diseñar una grapadora capaz de almacenar más de una grapa (una tira de grapas). De esta forma, se reducían los tiempos de trabajo, ya que a partir de entonces se podía grapar varios grupos de documentos de forma ininterrumpida, sin tener que introducir una nueva grapa para cada montón de hojas.
1912
A partir de 1900 fueron introduciéndose pequeñas mejoras e innovaciones dentro de lo que ya era una grapadora tal y como la conocemos hoy en día. Concretamente en 1912, por ejemplo, se desarrollaron varios tipos de grapadoras que golpeaban y doblaban los documentos sin necesidad de utilizar la grapa para mantenerlos unidos. La Clipless Standby Machine fue uno de estos modelos y lo que hacía era corta una pequeña parte del documento y doblarla hacia atrás.
1937
En este año nació la Swingline Speed Stapler No. 3, creada por la compañía Swingline, que podemos considerarla una grapadora moderna en todos los sentidos. Su mecanismo de carga, así como el proceso de engrapado, eran los mismos que los de una grapadora de las que utilizamos en la actualidad.
Al final, observamos que la evolución de las grapadoras, como las de cualquier otro invento, la determinan los usuarios a través de sus preferencias de compra. Los productos se adaptan a la demanda del mercado, y así se perfeccionan y responden a las necesidades de los consumidores.